San Salvador, El Salvador – La detención del diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), Norman Quijano, en Estados Unidos, confirmada por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), ha generado reacciones encontradas. El secretario general del FMLN, Manuel «El Chino» Flores, atribuyó la captura a un posible problema migratorio, calificando la situación como un acto de sensacionalismo.
“Hoy con Norman Quijano no se sabe si lo capturaron ebrio, no se sabe, pero es sensacionalismo”, afirmó Flores en una primera declaración, minimizando las circunstancias de la detención. El líder del FMLN sugirió que el arresto podría estar relacionado con un problema de visa vencida, aunque no proporcionó detalles concretos. “Es tema migratorio. No se sabe si a él ya se le venció la visa”, reiteró, desvinculando la captura de los cargos por fraude electoral y agrupaciones ilícitas que enfrenta Quijano en El Salvador.
Flores también defendió el fuero de Quijano como diputado del Parlacen, argumentando que cualquier detención en el extranjero debería implicar su traslado a la sede del organismo en Guatemala. “Si lo capturan en cualquier parte del mundo, lo deben de llevar al Parlacen. Y si el Parlacen decide quitar el fuero, se lo quita y si no, no”, explicó. Esta postura busca resaltar la inmunidad diplomática que, según Flores, protege a Quijano como miembro del Parlamento Centroamericano.
El secretario del FMLN recordó que, durante el proceso de desafuero de Quijano como diputado de la Asamblea Legislativa en El Salvador, él votó a favor de retirarle la inmunidad, aunque la moción no prosperó por un voto. “Votamos en Asamblea para quitar el fuero, por un voto no alcanzó. Yo voté para quitarle el fuero”, afirmó, subrayando su posición en aquel momento. Este antecedente se refiere al caso en el que Quijano fue acusado de negociar con pandillas para obtener votos en las elecciones presidenciales de 2014, lo que resultó en su condena en ausencia a 13 años y cuatro meses de prisión.
La captura de Quijano, reportada el 6 de marzo de 2025 en Texas, según USA Today, ha avivado el debate político en El Salvador. Mientras el FMLN insiste en que se trata de un asunto migratorio, las autoridades salvadoreñas y el gobierno de Nayib Bukele han señalado que la detención está vinculada a la condena por delitos relacionados con pandillas, lo que podría derivar en su deportación. La controversia destaca las tensiones entre los partidos tradicionales y el Ejecutivo, en un contexto donde la inmunidad del Parlacen y los procedimientos migratorios internacionales están bajo escrutinio.