Veteranos y lisiados de guerra de El Salvador han anunciado su participación activa en la marcha del 1 de mayo, Día Internacional de la Clase Trabajadora, con el objetivo de denunciar los graves retrocesos en derechos sociales y exigir el cumplimiento de promesas gubernamentales. La movilización, que partirá desde el parque Cuscatlán hasta la Plaza Cívica a partir de las 8:00 a.m., busca visibilizar la situación de abandono y precariedad que enfrenta este sector desde la llegada al poder del presidente Nayib Bukele.
Entre las principales demandas de los veteranos y lisiados de guerra destacan la mejora en la cantidad y calidad de las prestaciones de salud, el acceso a insumos médicos y medicamentos, así como la restitución del monto de gastos funerarios que existía hasta 2022. Reclaman también el aumento de las pensiones cada vez que se incremente el salario mínimo, la restitución de la compensación de fin de año, la reactivación de viáticos para transporte y el incremento de la pensión mensual de 100 a 300 dólares, debido al alto costo de la vida. Además, exigen el cumplimiento de la indemnización de 3,000 dólares por veterano prometida en campañas electorales y la agilización de procesos para reconstrucción de viviendas.
Los representantes del sector han denunciado la detención de varios dirigentes, a quienes consideran presos políticos. Exigen la libertad inmediata de Atilio Montalvo, José Santos Melara y otros líderes de la Alianza Nacional de El Salvador en Paz, encarcelados bajo el régimen de excepción. También condenan los desalojos de vendedores, campesinos y trabajadores por cuenta propia, así como la captura de periodistas y defensores de derechos humanos.
La marcha del 1 de mayo contará con el respaldo de organizaciones sociales, sindicatos, campesinos, mujeres, jóvenes y docentes, quienes se unirán bajo el lema “Todas las luchas, una misma ruta” para exigir mejores condiciones laborales, salarios dignos y el fin de la represión gubernamental. El Movimiento por la Defensa de los Derechos de la Clase Trabajadora ha convocado a la población a marchar en unidad, denunciando el alto costo de la vida, los despidos masivos en el sector público y las amenazas a la sindicalización.
Las organizaciones han criticado además la gestión gubernamental en salud y educación, señalando recortes presupuestarios y cierre de centros de atención. Advierten que la crisis económica y social no debe recaer sobre los más pobres y llaman a la población a rendir tributo a quienes lucharon por los derechos laborales en el pasado, recordando la importancia de la movilización social como herramienta de presión y cambio.
En suma, la marcha del 1 de mayo en El Salvador será una jornada de protesta y reivindicación, en la que veteranos, lisiados de guerra y diversos sectores sociales exigirán respeto a sus derechos, cumplimiento de promesas y el cese de políticas represivas que afectan a la clase trabajadora y a los sectores más vulnerables del país.