EL SALVADOR — En marzo de 2022, un incidente de estafa sacudió Quezaltepeque, La Libertad, cuando un cliente llevó su vehículo al taller de enderezado y pintura de Héctor Ovidio Hernández Ayala. La víctima confió en él y le dejó un anticipo de $700 para realizar las reparaciones necesarias. Sin embargo, el tiempo pasó y el automóvil permaneció en el taller durante un año sin recibir el trabajo prometido.
A pesar de que el dueño del taller recibió más dinero por el servicio, nunca cumplió con su obligación de reparar el vehículo. Finalmente, cuando la víctima decidió recuperar su auto, se encontró con una desagradable sorpresa: el coche había sido desmantelado, careciendo de techo y motor. Ante esta situación, la víctima decidió presentar una denuncia por estafa.
El caso fue llevado ante el Tribunal Primero de Sentencia de Santa Tecla, donde se dictó una condena de cuatro años de prisión para Héctor Ovidio Hernández Ayala por el delito de estafa. Además de la pena privativa de libertad, el tribunal también estipuló que el condenado debía resarcir a la víctima con $1,965 por los daños ocasionados.
Este caso resalta la importancia de la confianza en servicios automotrices y las consecuencias legales que pueden surgir de prácticas deshonestas en el sector. Es un recordatorio de que los consumidores deben estar atentos y proteger sus intereses al realizar transacciones con talleres y proveedores de servicios.
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