Europa busca acelerar euro digital frente a stablecoins de EE.UU.

Pierre Gramegna, director general del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), ha expresado recientemente sus inquietudes acerca de la estabilidad financiera de la eurozona, poniendo especial énfasis en el impacto potencial de las criptomonedas.

En su discurso, subrayó el giro favorable de la administración estadounidense bajo Trump hacia las criptomonedas, en particular las stablecoins vinculadas al dólar, que podrían comprometer la soberanía económica europea.

Gramegna advierte que el resurgimiento de los planes de grandes empresas tecnológicas en EE. UU. para lanzar stablecoins podría desafiar la estabilidad monetaria de Europa. Ante esta amenaza, instó al Banco Central Europeo (BCE) a acelerar el desarrollo del euro digital, una moneda digital de banco central (CBDC) que ha estado en preparación desde 2020. Christine Lagarde, presidenta del BCE, anticipa un posible lanzamiento para octubre de 2025, sujeto a la finalización del proceso legislativo por parte del Parlamento Europeo.

Sin embargo, el proyecto enfrenta escepticismo tras las recientes fallas en sistemas esenciales como Target 2 (T2), que conecta numerosos bancos europeos. Estas interrupciones han suscitado dudas sobre si la actual infraestructura financiera es adecuada para soportar una CBDC a gran escala.

El euro digital ha sido objeto de un creciente debate, con resistencia palpable en plataformas como X, donde se ha observado una oposición significativa al plan impulsado por Lagarde. La periodista Efrat Fenigson ha sugerido que el único modo de detener el avance del euro digital es que las personas opten por alternativas como bitcoin.

El futuro del euro digital confronta el enfoque activo de EE. UU. hacia los criptoactivos, un enfoque que, desde la administración de Trump, ha incluido acciones como la liberación de Ross Ulbricht y la creación de una reserva estratégica de criptomonedas. Estos movimientos subrayan el desafío que enfrenta Europa al tratar de preservar su autonomía económica frente a los desarrollos internacionales en el mundo de las criptomonedas.